lunes, 20 de febrero de 2012

MARIA IZQUIERDO PINTORA MEXICANA


María Izquierdo nació en la ciudad de San Juan de los Lagos, Jalisco, y aunque la mayoría de sus biógrafos aceptan que su nacimiento ocurrió en 1902, algunos otros establecen que fue en 1906.
Transcurrió una parte de su infancia en su ciudad natal. Más tarde, a la muerte de su padre, se trasladó con su madre a la ciudad coahuilense de Torreón y se le encontró en la ciudad de México hasta el año de 1923.
En 1928 ingresó a la Academia de San Carlos donde fue discípula de Germán Gedovius y ManuelToussaint. Sin embargo la rutina imperante en el academismo de la institución acabó por exasperar su espíritu inquieto y la condujo a abandonar los estudios al cabo de un año.
María Izquierdo, no obstante, no encontró mejor maestro que Rufino Tamayo, con quien compartió sus estudios. Con el tiempo se reveló la notable influencia del pintor en la obra de la artista.
En 1929, impulsada por Diego Rivera, con quien también estableció una estrecha relación, expuso por primera vez en la Galería de Arte Moderno de la ciudad de México. Al año siguiente, montó una nueva exposición con paisajes, estudios y retratos en el Art Center de Nueva York.
En 1931 impartió clases en la Escuela de Artes Plásticas de la Secretaría de Educación, pero esa actividad no le impidió continuar exhibiendo su obra en museos y galerías lo mismo de México y otros países del continente americano, que en geografías lejanas como Tokio, París y Bombay.
María Izquierdo fue miembro de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios.
En 1945, trabajó en el bosquejo de un mural para el Departamento del Distrito Federal, pero la junta evaluadora que reunía personalidades como Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, canceló el proyecto y el contrato que ella había firmado.
En 1948, sufrió una hemiplejía que le dejó el brazo derecho paralizado, pero la artista fue capaz de sobreponerse a esa imposibilidad y continuó su obra trabajando con el brazo izquierdo.
La obra de María Izquierdo se caracteriza por su expresión viva y espontánea. El costumbrismo de la vida regional y sus tradiciones queda plasmado en sus lienzos con un colorido que imprime realismo. Las escenas circenses forman también parte importante en la creación pictórica de la artista.
Murió en la ciudad de México, el tres de diciembre de 1955.

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