jueves, 19 de enero de 2012

La diabetes mellitus y su detección temprana

La Asociación Norteamericana de Diabetes (ADA),
define la diabetes como un grupo de enfermedades

metabólicas que se caracterizan por hiperglucemia,

debida a defectos en la secreción de insulina, su

acción, o ambas a la vez. En la mayoría de los casos, la

diabetes tipo 2 se atribuye a una combinación de

resistencia a la insulina y fracaso de las células beta,

pero no está claro en que medida cada uno de estos

factores contribuye al desarrollo de la enfermedad.

La resistencia a la insulina es la disminución de la

capacidad de la insulina de ejercer su efecto biológico.

A esta resistencia contribuyen factores ambientales

(obesidad, estilo de vida sedentaria, envejecimiento),

y genéticos, pero probablemente la causa más frecuente

es la obesidad. Para mantener la tolerancia

normal a la glucosa, el páncreas aumenta su producción

de insulina. Aunque los niveles más elevados de

insulina mantienen en límites normales la glucemia,

finalmente el páncreas termina por agotarse, sobreviene

el fracaso de las células beta, y la producción

hepática de glucosa aumenta, lo que provoca un

aumento de la glucosa en ayunas. Este es el momento

en que con más frecuencia se diagnostica la diabetes.

Sin embargo, mucho tiempo antes del diagnóstico,

numerosos pacientes de alto riesgo tienen una intolerancia

hidrocarbonada (IHC; en inglés IGT, por Impaired

Glucose Tolerance), que se deteriora progresivamente

a lo largo de varios años.
 La velocidad de

progresión de la IHC a la diabetes se ha estimado en 1%

al 5% anual.
Al desarrollo de la diabetes tipo 2 florida

contribuyen tanto factores genéticos, como del estilo

de vida.

Ref. bibliogràfica: http://www.medigraphic.com/pdfs/h-gea/gg-2002/gg021-2a.pdf

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